martes, 20 de diciembre de 2011

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Sí, desde que volví a verte aquél sábado no he podido dejar de pensar en tí. Ya se que soy insignificante. Una del montón. Pero tú no eres del montón. Tu eres el único. Te echo de menos y estoy sufriendo por tí. OTRA VEZ... ¿Podrías prestarme un poco de atención?

sábado, 10 de diciembre de 2011

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Te echo de menos.

+ ¿Por qué no me escribiste? ¿Por qué? ¡No había terminado para mí! Te estuve esperando durante siete años y ahora ya es tarde.
- Te escribí 365 cartas todos los días durante un año.
+ ¿Me escribiste?
- Sí.
- Lo nuestro no acabó. ¡Jamás ha acabado!




Es tan corto el amor y tan largo el olvido.

Hay la misma diferencia entre un sabio y un ignorante que entre un hombre vivo y un cadáver.